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Y un poeta debe agradecer, 100 años después, la publicación de ese libro de Sigmund Freud, porque, si bien no se sabe, aún, con exactitud, cuánto ha de mejorar o cambiar la medicina, o la educación, o el alma de los pobres si la tuvieran; lo que sí, ya se sabe, por eso un poeta tiene que agradecer, es que con el PSICOANÁLISIS, la Poesía haya modificado sus MANERAS, su modo de producirse, su concepción de la Humanidad.
La producción del INCONSCIENTE en la obra de Sigmund Freud "La Interpretación de los Sueños" publicada en 1900, había hecho nacer la POESÍA, de tal modo había nacido la Poesía que ningún siglo como el siglo XX, mostró, con claridad, a TODOS sus científicos llorando por no poder la Poesía.
La Poesía alcanzaba en este Siglo, como todos ambicionábamos hace milenios, el propio corazón de la humanidad.
El Psicoanálisis había arrancado, para siempre, una venda de los ojos de la humanidad.
La mujer, el hombre, antes del psicoanálisis, no sabían nada acerca de cómo se producían:
LA POESÍA
LA CIENCIA
EL AMOR
El pensamiento Inconsciente es, en el límite de su libertad, la POESÍA.
Un saber no sabido por el científico, lo lleva por el camino de la "Verdad".
Y gajos arrancados de la Especie, sin representación psíquica para el sujeto, producen el amor.
Agradezco, como poeta, al Psicoanálisis que la mujer, que tanto amo, pueda después del Psicoanálisis preguntarse por su libertad, por su potencia creadora.
La Poesía es, precisamente, el alma de lo femenino. Es por eso que el psicoanálisis posibilita que nos preguntéis ¿por qué lo femenino (tiempo de la poesía, residencia de la función poética) antes del psicoanálisis era más fácil para un hombre que para una mujer? y ¿por qué, ahora, después de la Interpretación Psicoanalítica, la mujer puede, si lo deseara, apropiarse de lo que le pertenece desde siempre, la Poesía?
Y hoy día lo sabemos, el hombre ya ha agotado sus posibilidades de liberación y si, aún, había alguna posibilidad de liberación para la mujer, es el psicoanálisis el que lo posibilita.
En 1900, Freud puede diferenciar con precisión y destreza, una mujer histérica de una mujer.
Esta diferencia permitirá a la mujer, sin ser histérica, decir que NO.
Determinar, a partir de la negación, su propio pensamiento Inconsciente.
Después de la Interpretación psicoanalítica, la mujer podrá ser una mujer sin pertenecer a ningún hombre.
La mujer producía en este grado de libertad un camino propio hacia el poder, hacia la creación en general.
Agradezco como poeta, a Freud, por haber denunciado la "Doble Moral" masculina, por todos aceptada, como el instrumento más poderoso de dominación del hombre sobre la mujer.
Lo que el hombre conseguía con un simple desdoblamiento de su moral, a la mujer le costaba la enfermedad o el castigo.
Lo que al hombre le daba hasta cierto prestigio social, cuando ocurría en ella, sólo le servía para ser denigrada, aún, un poco más.
Ella misma dudaba de su moralidad cuando deseaba.
Es el psicoanálisis que nos dice: Hombre y mujer, articulados de manera compleja con ser padre y madre, constituyen la sexualidad de todo hombre, de toda mujer.
Todo lo humano puede producirse en Ella.
Ella puede producir cualquier humanidad y, ahora, después del psicoanálisis, lo sabe.
De cualquier manera, me alegra haber llegado al año 2000. Lo ambicionaba desde joven, por eso llegué. Una ambición secreta, poderosa, femenina.
MIGUEL OSCAR MENASSA
Y un poeta debe agradecer, 100 años después, la publicación de ese libro de Sigmund Freud, porque, si bien no se sabe, aún, con exactitud, cuánto ha de mejorar o cambiar la medicina, o la educación, o el alma de los pobres si la tuvieran; lo que sí, ya se sabe, por eso un poeta tiene que agradecer, es que con el PSICOANÁLISIS, la Poesía haya modificado sus MANERAS, su modo de producirse, su concepción de la Humanidad.
La producción del INCONSCIENTE en la obra de Sigmund Freud "La Interpretación de los Sueños" publicada en 1900, había hecho nacer la POESÍA, de tal modo había nacido la Poesía que ningún siglo como el siglo XX, mostró, con claridad, a TODOS sus científicos llorando por no poder la Poesía.
La Poesía alcanzaba en este Siglo, como todos ambicionábamos hace milenios, el propio corazón de la humanidad.
El Psicoanálisis había arrancado, para siempre, una venda de los ojos de la humanidad.
La mujer, el hombre, antes del psicoanálisis, no sabían nada acerca de cómo se producían:
LA POESÍA
LA CIENCIA
EL AMOR
El pensamiento Inconsciente es, en el límite de su libertad, la POESÍA.
Un saber no sabido por el científico, lo lleva por el camino de la "Verdad".
Y gajos arrancados de la Especie, sin representación psíquica para el sujeto, producen el amor.
Agradezco, como poeta, al Psicoanálisis que la mujer, que tanto amo, pueda después del Psicoanálisis preguntarse por su libertad, por su potencia creadora.
La Poesía es, precisamente, el alma de lo femenino. Es por eso que el psicoanálisis posibilita que nos preguntéis ¿por qué lo femenino (tiempo de la poesía, residencia de la función poética) antes del psicoanálisis era más fácil para un hombre que para una mujer? y ¿por qué, ahora, después de la Interpretación Psicoanalítica, la mujer puede, si lo deseara, apropiarse de lo que le pertenece desde siempre, la Poesía?
Y hoy día lo sabemos, el hombre ya ha agotado sus posibilidades de liberación y si, aún, había alguna posibilidad de liberación para la mujer, es el psicoanálisis el que lo posibilita.
En 1900, Freud puede diferenciar con precisión y destreza, una mujer histérica de una mujer.
Esta diferencia permitirá a la mujer, sin ser histérica, decir que NO.
Determinar, a partir de la negación, su propio pensamiento Inconsciente.
Después de la Interpretación psicoanalítica, la mujer podrá ser una mujer sin pertenecer a ningún hombre.
La mujer producía en este grado de libertad un camino propio hacia el poder, hacia la creación en general.
Agradezco como poeta, a Freud, por haber denunciado la "Doble Moral" masculina, por todos aceptada, como el instrumento más poderoso de dominación del hombre sobre la mujer.
Lo que el hombre conseguía con un simple desdoblamiento de su moral, a la mujer le costaba la enfermedad o el castigo.
Lo que al hombre le daba hasta cierto prestigio social, cuando ocurría en ella, sólo le servía para ser denigrada, aún, un poco más.
Ella misma dudaba de su moralidad cuando deseaba.
Es el psicoanálisis que nos dice: Hombre y mujer, articulados de manera compleja con ser padre y madre, constituyen la sexualidad de todo hombre, de toda mujer.
Todo lo humano puede producirse en Ella.
Ella puede producir cualquier humanidad y, ahora, después del psicoanálisis, lo sabe.
De cualquier manera, me alegra haber llegado al año 2000. Lo ambicionaba desde joven, por eso llegué. Una ambición secreta, poderosa, femenina.
MIGUEL OSCAR MENASSA
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