martes, 10 de febrero de 2009

¿LLEGAREMOS A CONOCER LAS CAUSAS DE TODAS LAS ENFERMEDADES?


En medicina hay una larga lista de enfermedades de las que se desconoce su etiología o causa. Estas enfermedades se denominan con distintos nombres: de etiología desconocida, criptogenéticas (de origen oscuro, críptico) o idiopáticas. Las enfermedades autoinmunes (lupus, artritis reumatoide...), son un buen ejemplo de ello. Todos estos términos aluden al desconocimiento médico. Hay una ilusión de que avanzando en la investigación se llegará a conocer la etiología de todas las enfermedades. En todas ellas se alude a modelos multifactoriales - aporte de la sociología a la medicina- donde se habla de causas posibles, de factores adyuvantes, etc. Estos modelos son del orden de la múltiple determinación.
En estas enfermedades de etiología desconocida es donde más se ha trabajado por los autores psicoanalíticos, la psicogénesis, la sobredeterminación inconsciente.
Pensar que son varias las causas que producen los síntomas o la enfermedad es permanecer en la instancia preconsciente- conciencia. Como sabemos, en psicoanálisis, la conciencia es un órgano perceptual, se equivoca. Todo razonamiento consciente tendrá el error de fijarse en lo manifiesto, es decir, no sabe de lo inconsciente sino de los efectos que el inconsciente produce en la conciencia.
Freud en Crítica de la neurosis de angustia, texto de 1895, plantea la ecuación etiológica, distinguiendo: Condición, Causa específica, Causa concurrente y Motivación inmediata o causa provocadora.
La motivación o causa provocadora será aquélla que se incorpora en último lugar a la ecuación, precediendo así inmediatamente a la emergencia del efecto. Este factor temporal es lo que constituye exclusivamente la esencia de la motivación.
Las condiciones son aquellos factores faltando los cuales no surgiría nunca el efecto, pero que son incapaces de producirlo por sí solos, cualquiera que sea su magnitud. Es necesario que se agregue a ellos la causa específica.
La causa específica es aquélla que no dejamos jamás de hallar en los casos de emergencia del efecto, bastándole para producirlo alcanzar una cierta intensidad o cantidad, siempre que las condiciones se encuentren cumplidas.
Las causas concurrentes son aquellos factores que no siendo indispensables ni pudiendo producir por sí solos el efecto, cualquiera que sea su intensidad, colaboran con las condiciones y la causa específica en el cumplimiento de la ecuación etiológica.
Nos trae un ejemplo. Efecto: Phtisis pulmonum (tuberculosis pulmonar) Condición: Disposición, hereditaria casi siempre, por constitución orgánica. Causa específica: El bacilo de Koch (no es posible enfermarse de tuberculosis sino está presente esta bacteria). Causas auxiliares: Todo lo que trae consigo una despotenciación, tanto una emoción como una infección o un enfriamiento.
El descubrimiento freudiano es que existe un causa específica (condición sine qua non) en las neurosis: la relación del sujeto con su deseo inconsciente. Es decir, que el efecto que aparece en la conciencia (llámese sueño, síntoma...) está sobredeterminado por lo Real imposible, lo Real inconsciente, nuestra manera de encontrarnos, siempre de manera fallida, con lo Real inconsciente.
Lo que nos muestra el psicoanálisis es que no existe la casualidad psíquica para el sujeto, el azar está sobredeterminado como nos señala Freud en Psicopatología de la vida cotidiana con varios ejemplos de números dichos aparentemente al azar, en los cuales se demuestra tras el análisis que todos están sobredeterminados, que por algo el sujeto eligió ese número y no otro.
(Del libro Medicina Psicosomática I. Cuestiones preliminares - Ed.Grupo Cero- Autoras: Dra. Pilar Rojas, Dra. Alejandra Menassa)

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