jueves, 26 de mayo de 2016

LA SUBLIMACIÓN

Habitualmente cuando pensamos la sublimación, la creación en general, nos sale al paso una cuestión ideológica. ¿Cómo la pensamos? Fruto de un trabajo o dependiente de una predisposición congénita. Resumiendo la cuestión en una frase que todos ustedes han oído alguna vez ¿se nace o se hace? Y aquí me aventuro a suponer que muchos de ustedes, sino la gran mayoría, contestarían “se nace” porque vivimos en una sociedad donde el trabajo no solamente está denostado sino que se oculta, está borrado de la escena. Tanto es así que lo que prima son los resultados rápidos, el éxito fácil. Cuando alguien logra algo no se piensa  que fue con trabajo: fue suerte, fue inspiración, es genialidad o cualquier otra cosa menos trabajo.


Pero en los humanos todo se construye, todo se produce con trabajo, hasta la propia humanidad.