miércoles, 22 de febrero de 2012

XIII CONGRESO VIRTUAL INTERPSIQUIS.COM


Este año también participamos en el XIII CONGRESO VIRTUAL DE PSIQUIATRÍA.COM INTERPSIQUIS 2012, dentro del apartado Psiquiatría General con la mesa redonda:
MEDICINA PSICOSOMÁTICA: PROCESO DEL ENFERMAR, DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO EN PSICOANÁLISIS.
MODERA: PILAR ROJAS; ALEJANDRA MENASSA
  • El goce en la enfermedad. Pilar Rojas Martínez; Alejandra Menassa de Lucia
  • Importancia del psicoanálisis en el tratamiento del paciente oncológico. Virginia Valdominos Pastor.
  • Fibromialgia: Una aproximación psicoanalítica. Ruy Henríquez.
  • Psicoanálisis de los trastornos tiroideos. Magdalena Salamanca Gallego.
  • Psicoanálisis del cuerpo. Aproximación psicoanalítica a la enfermedad orgánica. Manuel Menassa de Lucia.
  • Aspectos psíquicos de las lesiones musculares. Carlos Fernández del Ganso.
  • Tratamiento psicoanalítico de la fibromialgia. Paola Duchên.
  • La importancia del psicoanálisis en el diagnóstico y tratamiento de la depresión. Amelia Diez Cuesta.
  • Impotencia. Fundamentos psicoanalíticos y curación. Susana Lorente Gómez.
  • La novedad del método psicoanalítico.  Concha Osorio Chinchón.
  • Diferencia entre diagnóstico médico y diagnóstico psicoanalítico. Norma Menassa.
  • Transplante de órganos. Aportes psicoanalíticos al rechazo del nuevo órgano. Helena Trujillo Luque.
  • La agresividad en los trastornos funcionales del colon. Miguel Martínez Fondón.

La dirección es:  http://www.interpsiquis.com/.
Para acceder al Congreso hay que registrarse o si estáis registrados ingresar con el nombre de usuario y claves previos.
Una vez en la página del Congreso, pinchar  en Acceso- Programa científico y cuando aparecen las Áreas temáticas hay que pinchar en Psiquiatría general.
Se pueden leer las comunicaciones, comentar o hacer preguntas y votar.

MAQUINA HOMINIZANTE


Humberto Boccioni. La casa ante la calle


Un síntoma anonadado por su propia presencia se hará palabra. Un resto animal en el hombre, antes del psicoanálisis, inconmovible, podrá ahora, después del nacimiento del psicoanálisis, acceder a humana presencia. Toda ciencia es ciencia de una ideología. Toda palabra es muerte de una cosa. Todo saber finalización de una ilusión.
Y es en el campo de la ilusión donde la ideología asienta su trono, y es en el límite de la certeza sensible hasta donde llega su poder. Y serán sus instrumentos, entonces, todo lo que en el hombre pueda captar sensiblemente lo real, es decir, todo lo que el hombre pueda registrar como real cuando mira, cuando toca, cuando piensa en soledad. La ideología es el tiempo donde el hombre reconoce y desconoce a la vez las determinaciones de lo que le toca padecer como reconocimiento. Conocer parece ser otra cosa que sentir, parece ser otra cosa que ver, parece ser otra cosa que reconocer.
Conocer será interpretar lo reconocido, más que para alcanzar otro nivel de comprensión, para transformar lo visto y tocado (lo reconocido) en otra cosa. Porque la interpretación no está en los hechos, sino que los hechos sólo existen después de ser interpretados.
Y sólo existen para transformarse en otros hechos, ya que la cadena significante no dejará de fluir. Porque si esto aconteciera, no habría de ser la interpretación una interpretación psicoanalítica. Si esto ocurre, podemos decir finalmente que alguien teme por las palabras que tendremos que llegar a pronunciar. Y que en todos los casos serán palabras que tendrán que ver con nosotros, porque del hombre sólo temo las palabras que de él me otorgan una medida de lo humano.
Y si ha quedado claro lo que debería ser una interpretación, no ha quedado clara la posibilidad de su fundamento o, para decirlo de otra manera, el fundamento de su verdad.
Y esto no es otra cosa que lo que brinda el trabajo teórico, el descentramiento acerca de la cuestión, para poder decir de ese vacío que reina en mí, cuando estoy unido a la cosa por los lazos de la ideología, que no son otra cosa que los lazos con los cuales, como científico, ato mi vida al mundo de los hombres. Pasaje espectacular, que sólo podrá ser nombrado por fuera de la casa donde se produce la ruptura. Es decir, si lo que se rompe, se rompe también en mí, no deberé estar en la cosa para nombrarla. Parecería ser como si el hombre es en estos últimos siglos tuviera que determinar un centro del sistema
que nunca es él. Como si haberse podido descentrar para separarse de la cosa, para transformar el ábaco en la ley de los números naturales lo llevaran en todos estos descubrimientos a hablar de un sistema en el cual el hombre, por hombre, está excéntrico de él.
No es él, el hombre, el que determina las mallas de sus relaciones sociales, no es el hombre el que elige los modos de vida dentro de su inscripción social, él es elegido por el sistema social. No es el hombre, no soy yo e que decido las palabras que he escrito, ni las palabras que pronuncio frente a ustedes, sino que es él, el Otro, el que a mí me falta, el inconsciente, donde se generan estos pensamientos.
Antes de 1900 el pasado existía como determinante y lo que antes era un simple desplazamiento en el cuerpo de la paciente que Freud describía fenomenológicamente con la palabra desplazamiento, después de 1900 tiene detrás de sí el concepto de transferencia, es decir, la movilización de una carga de una representación a otra representación, por lo tanto un desplazamiento que veía, y hasta podía tocar, desconocía cuáles eran sus fundamentos estructurales de producción.

Del Nº 4 de la Revista de Psicoanálisis, Medicina y Psicología del Corredor del Henares: “SALUD ES POESÍA” 
Os dejo el enlace para acceder a la revista. Que disfrutéis de su lectura:

jueves, 9 de febrero de 2012

EL DESEO INCONSCIENTE


                                                      Renuncia. Miguel Oscar Menassa

En el hombre, por el hecho de hablar, hay  un trastrocamiento de todo lo biológico, hay una desviación. Freud llamó al niño, a la sexualidad del niño, “perversa” dijo, es un perverso con muchísimas formas de perversión, porque no podía entender todavía que por el hecho de hablar, está todo desviado en el ser humano. Todo aquello que en el animal es normal, en el ser humano está trastrocado por la palabra.
El trastrocamiento se debe a que el deseo no piensa, no juzga, no calcula, sólo le interesa expresarse, sólo le interesa transformarse, por  lo tanto, cuando decimos que el deseo  inconsciente no tiene objeto, lo que queremos  decir es que puede ser cualquier objeto. El  deseo inconsciente puede desear cualquier  objeto, porque no le interesa los objetos, le interesa expresarse.
El deseo inconsciente se expresa más allá,  por eso hay que saber arreglárselas con la angustia, porque la angustia se siente precisamente por eso que tememos, por ejemplo, una cantante que tiene miedo de que  le salga mal el canto, un alumno que tiene miedo después de haber estudiado salir mal en el examen, una pareja de novios que a pesar  de que se aman y se desean tienen miedo  de fracasar en sus primeros intentos…
Todo esto es porque cada uno de nosotros  percibe que hay algo en nosotros que no manejamos para nada, que puede acontecer en  cualquier momento, que en cualquier momento me puedo olvidar de la letra del  tango, que en cualquier momento puedo equivocar el sexo de mi mujer, en cualquier momento puede haber un acto fallido. Sin querer estoy diferenciando,  demanda de deseo.
Para amar, la demanda amorosa, yo necesito  una persona. Porque lo único que le pido a la persona que amo es que me ame. Y eso únicamente lo puede otra persona, a pesar de que a veces amamos animales, árboles, plantas… pero para amar necesito de una persona. En cambio para desear no necesito de ninguna persona.  Porque al objeto del deseo no le pido nada, en cambio al objeto del amor sí le pido. Le pido que me ame. Eso es una diferencia fundamental entre deseo y demanda amorosa.
Después, la otra diferencia que tenemos que hacer es con la necesidad. El psicoanálisis llama necesidad a una tendencia que se calma con el objeto que requiere. La necesidad es una tendencia que se calma con el objeto que requiere, para no especular mucho, tengo sed, bebo agua, y dejo de tener sed. Cuando un niño va por el quinto vaso de agua la madre se tiene que dar cuanta que eso no es necesidad, que es una demanda amorosa. Cuando pidió el quinto caramelo, la madre tiene que darse cuenta que ya no es necesario que tome azúcar para sus necesidades fisiológicas, sino que está pidiendo amor, que ya ha transformado la necesidad en demanda.
Cuando en las parejas aparece la frase, te amo, te amo, pero no me alcanza, es que se trata del deseo. Han presenciado múltiples divorcios de personas que decían “nos amamos locamente, pero nos tenemos que separar”. Lo que no podían encuadrar dentro de esa relación amorosa era el deseo. Es decir que el amor no alcanza. La necesidad como muestran los niños, no alcanza. Una vez cubierta la necesidad, demandamos amor, y una vez que hemos conseguido ser amados tenemos que desear.
Es decir, el más alto grado de humanidad es el deseo. En el sentido de que no puedo desear si no estoy en el mundo. En cambio, puedo necesitar, estando en los brazos de mi
madre, los brazos de mi madre pueden durar hasta los cincuenta años, y puedo demandar amorosamente, y no estoy haciendo otra cosa que demandar amorosamente a mi madre. Es decir, que sólo el deseo asegura que estoy en el mundo.

martes, 7 de febrero de 2012

NIÑOS Y JÓVENES PROBLEMÁTICOS



Valencia, dos niños en una playa. Joaquín Soroya

Muchos de los problemas que se presentan en la infancia requieren una estrecha colaboración de los padres en el tratamiento. El psicoanálisis de los padres es fundamental en situaciones como por ejemplo el síndrome de hiperactividad, con resultados sorprendentes. 
La adolescencia es una época complicada en la que se producen muchos cambios no siempre bien aceptados por los padres o por el propio joven. El adolescente se siente fuera de lugar, las normas que antes se le aplicaban ya no sirven, irrumpen en él nuevos valores e inquietudes, parece que hay que producirlo todo de nuevo. Muchos recorren esta etapa sin grandes dificultades pero otros se transforman en jóvenes problemáticos que hacen muy difícil la convivencia familiar.  
La atención psicoanalítica en jóvenes problemáticos o desorientados y en padres desesperados por el comportamiento de los mismos, es muy eficaz.
Por otra parte en esta época de la vida se manifiestan por primera vez procesos patológicos como depresión, ansiedad, psicosis, anorexia, bulimia, etc.
Si su hijo o hija es adolescente y presenta alguno de estos problemas NO DUDE EN CONSULTAR CON UN PROFESIONAL. La detención y el tratamiento precoz es garantía de éxito.
Problemas con los estudios, comportamientos inadecuados y conductas disruptivas, consumo de estupefacientes, estado de ánimo deprimido, pérdida de relaciones personales, falta de autoestima, falta de proyectos de futuro, etc.



lunes, 6 de febrero de 2012

CICLO DE CONFERENCIAS DE INTRODUCCIÓN AL PSICOANÁLISIS




LA MUJER DEL SIGLO XXI. UN ACERCAMIENTO PSICOANALÍTICO
Fechas: Días 15, 22 y 29 de febrero; 7, 14, 21 y 28 de marzo del 2012
Miércoles: 10,30-13,30 h.
PROGRAMA
LA SEXUALIDAD FEMENINA
Virginia Valdominos. 15 de febrero
LA MUJER DE LA REPRODUCCIÓN A LA PRODUCCIÓN. PREJUICIOS HISTÓRICOS
Magdalena Salamanca. 22 de febrero
MUJER Y CIENCIA
Pilar Rojas. 29 de febrero
LA MUJER EN LA LITERATURA
Alejandra Menassa. 7 de marzo
LA MUJER EN EL CINE
Manuel Menassa. 14 de marzo
LA MUJER DE LA POSICIÓN DE OBJETO A LA POSICIÓN DE SUJETO
Ruy Henríquez. 21 de marzo
MUJER Y TRABAJO
Susana Lorente. 28 de marzo

Se concederán 2 créditos de libre configuración a los asistentes
Lugar:
Seminario 217, Facultad de Filosofía, Edificio “A”.
Universidad Complutense de Madrid
Organizan:
Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero y Asociación Juventud Grupo Cero
Información e inscripción:
91 394 53 74 - ruyhenriquez@filos.ucm.es

miércoles, 1 de febrero de 2012

¿CÓMO PREVENIR ENFERMEDADES? Enfermedades orgánicas y depresión

                                                             Kandinsky. Composición VI

Son muchos los datos que relacionan depresión y enfermedad orgánica. En muchas enfermedades crónicas la prevalencia de depresión es claramente mayor de lo esperado. Por ejemplo, entre un 13 y un 17% de pacientes con artritis reumatoide presentan lo que la psiquiatría denomina depresión mayor, esto supone que la depresión es 2 ó 3 veces más común en pacientes con AR, que en la población general. En esta enfermedad concretamente la depresión se relacionaba con la presencia de dolor (la artritis reumatoide se caracteriza por la inflamación de las articulaciones y es muy dolorosa), y la depresión, por tanto, sería el resultado de la experiencia del dolor crónico.
No obstante con la aparición en la década de los años 80 de la Psiconeuroinmunología, ha renacido el interés médico por estudiar la relación entre síntomas psíquicos y enfermedad orgánica, qué papel juegan los síntomas psíquicos en la modulación de la función inmunológica, de la reacción inflamatoria o de la respuesta neuroendocrina que están implicadas en el desarrollo de todas las enfermedades. Es decir, se empieza a pensar que la depresión, no sería una consecuencia de la enfermedad orgánica si no que estaría en el origen de su desarrollo.
Hay un gran número de estudios que demuestran que en la depresión se produce un aumento de la producción de diversas sustancias que favorecen el desarrollo de reacciones inflamatorias, lo que puede jugar un papel importante en el comienzo y el curso de enfermedades como por ejemplo la cardiopatía isquémica, la osteoporosis, la artritis reumatoide, la diabetes mellitus tipo 2, la enfermedad de Alzheimer, ciertos procesos linfoproliferativos como el mieloma múltiple, los linfomas no Hodking o las leucemias linfáticas crónicas.
Por otra parte también la depresión provoca otras alteraciones inmunes que pueden tener consecuencias para la salud.
Como vemos en la depresión se producen  fenómenos de suma importancia en el desarrollo y evolución de enfermedades orgánicas.
Estos datos nos hablan del papel de la depresión en el desarrollo de la enfermedad y no de la depresión como reactiva a la enfermedad orgánica, que es lo que se ha venido pensando.
Tratar la depresión sería una manera de prevenir el desarrollo de enfermedades orgánicas y si éstas ya se han desarrollado el tratamiento de la depresión subyacente también sería importante para una mejor evolución o incluso curación de la enfermedad orgánica.

“Comienzo a psicoanalizarme, no para curar ninguna
herida pasada, sino para vivir mejor los años futuros.”