miércoles, 25 de enero de 2012

ALGUNAS CUESTIONES PSÍQUICAS SOBRE EL DOLOR (III)



                                                            La columna rota. Frida Khalo
El dolor es el más imperativo de todos los procesos, pudiendo considerarse que la descarga de placer produce satisfacción y la descarga de displacer produce dolor, podemos decir que es uno de los márgenes del principio del placer-displacer.
El dolor no debe ser pura y simplemente tomado en el registro de las reacciones sensoriales. Debemos concebir el dolor como algo que en el orden de existencia es tal vez como un campo que se abre precisamente en el límite donde no existe para el ser la posibilidad de moverse.
Podríamos decir que el dolor es una señal de alarma que indica un goce intolerable, un displacer, del cual no puedo huir mediante la motilidad, es una detención de la motilidad, más que algo del orden de la sensibilidad.
De hecho hay personas muy sensibles con gran capacidad de dolor y personas muy insensibles que no toleran no poder resolver las cosas con acciones, en tanto el dolor petrifica, impide la acción, podríamos decir que es el impedimento de la acción lo que produce dolor.
El dolor se descarga por la voz, es por medio de la descarga de sonidos, no importa con qué palabras, el grito es lo más semejante al dolor. Duele no poder hablar, la detención motora, la detención de la pulsión, y no el no poder decir esto o aquello, porque cuando algo me duele no tengo voz, no puedo decir: me duele. Cuando no hay movimiento el dolor es máximo, porque cuando uno se mueve ya hay alguna noticia de uno mismo, da cuenta de alguna imagen de sí.
El dolor y el displacer pueden dejar de ser una señal de alarma y constituir un fin, con lo cual paralizan el principio del placer que es el guardián de la vida.

martes, 24 de enero de 2012

ALGUNAS CUESTIONES PSÍQUICAS SOBRE EL DOLOR (II)


                                            Naranjas y Limones. Julio Romero de Torres

Alguien aquejado de un dolor deja de interesarse por el mundo exterior, en cuanto no tiene que ver con su dolencia, incluso retira de sus objetos amorosos su interés libidinoso, cesando así de amar mientras sufre.
La vulgaridad de este hecho también tiene una explicación en términos de la teoría de la libido. El enfermo retrotrae su libido al propio yo concentrándose en la curación, "concentrándose está su alma - dice el poeta con dolor de muelas- en el estrecho hoyo de su molar". La libido y el interés del yo, no se diferencian. Esta desaparición de todo interés amoroso ante el dolor físico no nos llama la atención porque es algo que ocurre a cada uno, por eso también ha sido fuente de comicidad.
El dolor interrumpe todos los ensueños idealistas y platonizantes, así como su inspiración amorosa. Por ese dolor se olvidan las cotizaciones de la bolsa, los impuestos, la tabla de multiplicar, etc. Todas las formas habituales del ser pierden súbitamente su atractivo, están anuladas. Y ahora, en el pequeño agujero, la muela habita. El mundo simbólico de las cotizaciones de la bolsa y de la tabla de multiplicar se halla enteramente cargado en el dolor.
La experiencia de que un dolor borra a otro, quiero decir que no se sufre en el presente de dos dolores a la vez: uno toma el primer plano, hace olvidar al otro como si el investimento libidinal, incluso sobre el propio cuerpo, se mostrase sometido allí a la misma ley que de parcialidad, que motiva  la  relación al mundo de los objetos del deseo.
Así como los dolores pueden ser exacerbados por dirigir la atención hacia ellos, también desaparecen cuando se la quitamos, lo sabemos cuando queremos calmar el dolor a un niño, lo vemos con las heridas de los guerreros en el combate, del mártir en la exaltación de los sentimientos religiosos que en espera de la recompensa celestial se torna insensible a los tormentos, por eso que la voluntad de sanar o de morir puede que no carezcan de importancia para el desenlace de algunas enfermedades, aun las graves.
El dolor es una señal de alarma, por ejemplo como señal del estado de una enfermedad. El dolor es la señal prototípica de la representación de nuestro cuerpo, a veces incluso como señal de que nuestro cuerpo está vivo. Puede ser una forma de adquirir conocimiento acerca de nuestros órganos cuando padecemos una dolorosa enfermedad, que suele ser el prototipo de aquella en la que llegamos a la representación de nuestro propio cuerpo.

martes, 17 de enero de 2012

PSICOANÁLISIS ONLINE



El tratamiento psicoanalítico se puede realizar también por correo electrónico, por teléfono o por videoconferencia. Puede elegir la manera de llevar adelante su tratamiento psicoanalítico: Messenger, Skype, teléfono, mail… y desde el lugar que prefiera (su casa, su trabajo, su lugar de vacaciones...) Puede resultar interesante para aquellos que, de otro modo, no podrían llevar el tratamiento con la discreción que desean.
La Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero lleva más 30 años en Madrid. Desde sus inicios se realizaron con éxito tratamientos telefónicos y desde hace más de diez años, se lleva a cabo psicoanálisis online, con resultados superponibles a los de los encuentros presenciales. Si ha pensado en psicoanalizarse, es que lo desea o lo necesita, no lo piense más. Llame o escriba.
Dra. Pilar Rojas
Tel. 915472150 – 696194259
Mail: pilar@pilarrojas.e.telefonica.net

domingo, 15 de enero de 2012

ENFERMEDADES PSICOSOMÁTICAS

                                                            Ciencia y Caridad. Picasso                                        

A lo largo de la historia de la Medicina se ha relacionado la aparición de enfermedades orgánicas con los sentimientos o afectos. Hay muchas descripciones, de afamados médicos, que señalan el origen psíquico de la enfermedad, por ejemplo Morgagni (1682-1771) habla de una diarrea debida al nerviosismo, Trousseau (1801-1867) insiste en el origen nervioso del hipotiroidismo y en el papel de las emociones en el desencadenamiento de las crisis de asma, él mismo era asmático.
En ocasiones, pacientes con síntomas físicos acuden al médico para que les diagnostique y les trate de sus dolencias, quien tras realizar diversas pruebas no encuentra una causa que justifique los síntomas del paciente o estos parecen resultar desproporcionados en relación con los hallazgos objetivos.  El paciente se angustia cuando no le encuentran nada, pero su dolor o molestia persiste.
Son varias los problemas psicológicos, generalmente inconscientes, que pueden estar en relación con lo que le pasa a esa persona y, por tanto, además del tratamiento médico, que pueda aliviar los síntomas,  es recomendable el tratamiento psicoanalítico.
 Por otra parte son muchas las enfermedades orgánicas que son muy influenciables por los circunstancias personales.
Cuerpo y mente no se pueden separar, aunque sean diferentes.  Tratar también las cuestiones psíquicas mejora la evolución de las enfermedades orgánicas.
Dra. Pilar Rojas

Psicoanalista. Médico especialista en Reumatología y Medicina de familia 

martes, 3 de enero de 2012

LAS FOBIAS



La fobia es un trastorno que se caracteriza por un miedo intenso, desproporcionado e irracional ante objetos o situaciones concretas (el objeto o la situación fóbica), que no producen temor a otras personas. Pero para el Psicoanálisis lo importante no es el objeto de la fobia sino el sujeto que la padece. 
Este miedo que se muestra como irracional se debe a que  se ha producido un desplazamiento que transforma un “peligro interior” en otro exterior. 
El paciente fóbico desarrolla angustia ante la presencia del objeto fóbico, singular para cada sujeto. Esto hace que su vida vaya limitándose progresivamente para evitar aquello que le produce angustia. En ocasiones los sujetos, incluso, son incapaces de salir de su casa o necesitan salir acompañados. 
El psicoanálisis, al considerarlas en relación con procesos inconscientes, posibilita un tratamiento eficaz de la fobia y de la angustia concomitante, estado emotivo que siempre le acompaña. En el proceso analítico el fóbico puede trocar su vida actual por otra sin miedos. 

lunes, 2 de enero de 2012

TERAPIA DE PAREJA ¿Cuándo?



Cupido y Psyche. Bouguereau


No hace falta estar al borde de la ruptura para acudir a una terapia de pareja. La terapia de pareja es el método más eficaz para resolver los problemas que se producen en la convivencia, tales como: 
  • Existe el amor, pero no es suficiente.
  • Celos.
  • Infidelidad.
  • Aburrimiento.
  • Pérdida del apetito sexual. 
  • Desacuerdos en la manera de pensar, por ejemplo respecto a la educación de los hijos.
  • Problemas de comunicación: él o ella no se siente escuchado o tiene dificultades para hablar con su pareja.  
  • Envidia.
  • No se sienten amados o deseados por su pareja.  
  • Problemas en la aceptación de los logros del otro (él no soporta que ella gane más dinero, o ella no tolera que él tenga más éxito social, o viceversa, etc.).
  • Situaciones de cambio: como por ejemplo el nacimiento de un hijo.

Acudir a un psicoanalista, si tiene dudas sobre el futuro de su pareja, le ayudará a tomar las decisiones más apropiadas. Es mejor consultar antes de que la situación se le vaya de las manos.

Y si su pareja no quiere acudir a terapia, algo relativamente frecuente, no deje usted de acudir. Un pequeño cambio en usted producirá un gran cambio en su manera de relacionarse con los otros.